¿Puedes ser una mujer exitosa Y TENER UNA VIDA PERSONAL BALANCEADA?

En un mundo que marcha tan de prisa, el tiempo se vuelve uno de los valores más preciados. Si no aprovechamos cada minuto, mañana podría ser muy tarde: el hubiera no existe y el futuro aún está por venir. Se trata de estar presentes en el aquí y el ahora.

Sin caer en un artículo de mindfulness, vale la pena abordar el tema, pues depende de nosotros, y solo de nosotros, decidir las prioridades y su balance en nuestro día a día. No es una tarea fácil; es un esfuerzo constante, de pequeñas decisiones y repercusiones sobre los pilares de nuestra vida: la familia, el trabajo, la salud, los amigos…

En este artículo exploraremos algunas recomendaciones para tratar de cultivar una vida en equilibrio, sobre todo si has decidido crecer en tu trabajo, tener una familia, convivir con tus amigos y tomarte untiempoparahacerloquemástegusta.

“¿Ya pensaste qué harás cuando te embaraces?”,“Vas a tener bebé ya muy grande; estarás cansada y sin energía para cuidarlos”, “¿Tú crees que vas a poder con el mismo ritmo de trabajo y crecer en la empresa con hijos?” Estos son solo algunos cuestionamientos que recibe una mujer en busca de luchar por su carrera profesional o el emprendi- miento de su propio negocio.

Para el estudio de PwC sobre la mujer en el trabajo, este año los investigadores entrevistaron a 3,627 profesionistas en el mundo. Una de sus conclusiones más importantes es el gran reto que repre- senta para las entrevistadas conseguir un balance de vida, familia y trabajo.

Y a sabiendas de que es difícil cumplir con todo y obsesionarse con complacer a los demás, la primera recomendación que te propongo es tomar las decisiones por ti, no por lo que los demás esperan de ti.

Muchas mujeres se sienten presionadas por tener una familia cuando, a su vez, el balance en sus vidas o su mismo trabajo se ven comprometidos. Ya sea empezar una familia o continuar con tu carrera, toma la decisión que te produzca más paz en lo personal. No eres ni la primera ni la última mujer que opta por combinar ambas facetas; al final, siempre tendrás la respuesta y sabrás lo mejor para ti y tu pareja.

Una vida balanceada también implica nuestro punto número dos: aprender a decir “no”. Es complicado, y más cuando crees que cumpliendo las demandas del resto llegarás más rápido a tu meta. Queremos estar en todos los eventos, ayudar siempre a los amigos y complacer a los jefes. Sin embargo, recuerda que tu activo más importante es el tiempo; cuando, de manera educada, aprendes a decir “no” a algunas de las solicitudes del resto, retomas el control y privilegias lo más importante. Según un estudio realizado por Vanessa M. Patrick, profesora asociada de Mercadotecnia de la Universidad de Houston, “la habilidad de comunicar un ‘no’ realmente refleja que te encuentras en el asiento del conductor de tu propia vida, te da una sensación de empoderamiento”.

“NUNCA DEJES PASAR TANTO SIN DISFRUTAR A QUIENES VERDADERAMENTE AMAS”.

No tiene que ser perfecta es nuestro tercer punto. La vida en sí no es impecable y la única manera de aprender en ella es experimentándola. No te desmotives si las cosas no salen como las planeaste; recuerda que nadie lo hará como tú, ni le interesa más que a ti, sea un proyecto de vida o de trabajo. Si no es perfecto, o exactamente como lo previste, respira; lo que para ti es el 80% para otros es el 120%. No dejes de seguir tus sueños, pues, aunque en el momento no lo entendamos, la mayoría de las veces las cosas pasan como víspera de algo mejor.

Lo que más atesoramos es la familia, sea directa o alguna amistad que consideramos como tal. Punto número cuatro: la familia siempre es primero. Es el núcleo que nos prepara para la vida personal y laboral; con la que apren- demos a convivir y sentir la confianza de tener a alguien siempre ahí. A veces el cansancio nos consume —el trabajo, los viajes…— y no hay mejor revitalizante que recurrir a la familia, que siempre nos espera con brazos abiertos y alegría. ¿Cuántas veces a la semana visitamos o llamamos a nuestros seres queridos? Así como nuestro tiempo es finito, el de ellos también. Nunca dejes pasar tanto sin disfrutar a quienes verdaderamente amas.

Es vital tener tiempo para ti, que nos lleva a nuestro quinto punto. Aquel en el que puedes hacer cualquier cosa que te guste: caminar en el parque, acudir a alguna clase, practicar algún deporte, leer un libro, pasar un día de spa al mes o tomarte un buen baño. En vez de navegar perdidamente por las redes sociales, regálate un respiro, aprovecha cada minuto para hacerlo tuyo.“La soledad es la fiesta del alma, una oportunidad para dejar de hacer por los demás y para sorprendernos y deleitarnos a nosotros mismos”.

Nada vale como tener un compañero de vida que te apoye tanto en tu vida personal como profesional: nuestro sexto punto. Habitamos un mundo dominado por el sexo masculino y, aunque cada vez más mujeres alcanzan puestos importantes, aún queda camino por recorrer. “Durante el siglo XX vimos el levantamiento de la mujer, en el siglo XXI veremos la adaptación, o no, del hombre por las consecuencias de este levantamiento, los beneficios que esto traerá serán potencialmente enormes”. Es importante contar con una pareja que crea en ti, en tus sueños, y que juntos se motiven a ser mejores sin caer en una competencia, sino respetando y celebrando las cualidades, virtudes y logros de cada uno.

Y, por último, fija metas claras. Visualiza plenamente hacia dónde te diriges y qué quieres lograr, porque solo así sabrás a qué dedicarle tu tiempo. Como mencionamos al inicio, no es fácil llevar un balance. Solo haciéndolo a consciencia detectamos cómo reenfocar nuestros esfuerzos.

Te invito a que respondas las siguientes preguntas con un sencillo sí o no:

  • Constantemente salgo después de concluido mi horario laboral.
  • Mis pendientes parecen infinitos y no logro terminarlos en la jornada normal.
  • Hace más de una semana que no veo a mis padres.
  • Cuando estoy con mi pareja pienso constantemente en los asuntos de la oficina.
  • Llevo más de una semana sin dedicar un tiempo para mí misma.

Si la mayoría de tus respuestas fueron afirmativas, puede ser una señal de desbalance. Pero no te frustres; al final, tú eres la dueña de tu tiempo y decides qué hacer con él. Esto quiere decir que depende de ti producir los cambios necesa- rios.

Duele reconocer que estamos haciendo algo mal, ya que esto conlleva salirnos de nuestra zona de confort y hacer un esfuerzo por cambiarlo. Usa el tiempo a tu favor, de manera sabia; disfruta el camino, aprende de él y nunca te des por vencida.